Hay luces que llegan a nuestra vida
como estrellas fugaces en una noche tranquila.
Dejan un destello, un calor, un recuerdo,
y aunque el cielo cambie, su brillo nunca se olvida.
Eres esa chispa que transformó momentos comunes
en algo mágico, en algo único.
No importa la distancia ni el tiempo,
lo que se guarda en el corazón nunca desaparece.
Que tus días estén llenos de sueños cumplidos,
que el sol siempre ilumine tu camino,
y que encuentres en cada paso
la felicidad que mereces.
Porque hay almas que no necesitan estar cerca
para seguir siendo especiales.
Este espacio es un reflejo de todo lo bueno que has dejado en mi vida. Gracias por ser luz.